lunes, 10 de mayo de 2010

La sonrisa de un hada

Llegaba tarde. No. Llegaba muy tarde. ¡Mierda! Encima el metro iba pisando huevos.

Decidido, abrió el periódico por la sección de "Trabajos". Sabía que esa reunión era importante para su carrera y que si no llegaba a tiempo, sería despedido. Iba haciendo uso de su típico subrayador amarillo rodeándo todos los oficios posibles cuando se dio cuenta de la pequeña hada rubia que tenía a su lado.

Siempre que se había sentado al lado de alguien que iba leyendo se había encontrado justo con eso, con gente leyendo, pero esa hadita era especial. Tenía un diccionario de la R.A.E y con un bolígrafo rosa de purpurina y olor a fresa iba haciendo marcas en algunas palabras.

-Perdona mi indiscrepción pero, ¿Qué haces?

-Les hago marca a todas las palabras que no conozco.

Y su mundo se iluminó cuando le sonrió, le daba lo mismo el trabajo, el número de primaveras y el olor a sudor que rondaba en el ambiente, porque él iba feliz al lado del hada de olor a fresa.

1 comentario:

  1. Me gstan tdos los relatos mas o menos por igual, pero este me llama la atencion y no tengo ni idea de xq. Sigue escribiendo asi d bien nona.

    un bso
    Alex

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